- Yo llevaba mucho tiempo interesado en la compra de estos terrenos, y con muchas ganas de obtenerlos para conseguir rematar mis planes de la construcción de la urbanización el Árbol de Gernika, - empezó a explicarse Jesús - …y de repente, aparecéis vosotros para ayudar a esta señora - dijo mientras miraba a Nati -, y fastidiarlo todo... Entonces no me quedó más remedio que hacer algo para presionar a Nati y conseguir que vendiera la casa. Lo primero que intente fue asustaros con cosas fuera de lo normal: ratas gigantes, cosas que se caen, pisadas en la pared, combustiones espontáneas..., y aún así seguíais con la firme intención de continuar adelante con los arreglos. Visto lo visto, decidí ponerme en contacto con Juan, que me debía un par de favores, y entre los dos buscar alguna forma más efectiva de presionar, para que Nati cediera…; Y así fue cómo se nos ocurrió la idea del secuestro de la chica, para que os vieseis obligados, a conseguir dinero en efectivo y pagar el rescate... Y no hace falta que cuente más, pero lo que si quiero dejar claro, es que en ningún momento quisimos hacerle daño a la chica …
- Esa historia de remordimientos y culpabilidad suen

a muy bonita, pero no creo que Esti sea tan comprensiva – respondió sereno Pepe.
- Pues la verdad es que no, espero que paséis un buen tiempo entre rejas… - dijo Esti con frialdad.
- Y tu hermanito, ¿no tendrás planes para estos próximos años? ¿verdad?
- No seas tan duro conmigo, al fin y al cabo, yo sólo quería sacarme unas perrillas, y el que tiene más culpa de todo es Jesús, yo le debía unos favores, y no me dejó mas opción que ayudarle en esta ocasión... – se justificaba Juan.
Al cabo de un rato llegaron dos compañeros de Pepe para llevárselos detenidos. Como ya era de madrugada decidieron quedarse a dormir todos el la casa de Nati, y a la mañana siguiente ya atarían los cabos sueltos.
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