Hola amigos y amigas del
rincón de Fertxo, este año 2018 el destino de mis vacaciones de verano ha sido
San Petersburgo, Rusia.
El medio de trasporte
que utilizamos fue el avión.
Tuve que madrugar
bastante, me levanté a las cuatro y media.
Después de desayunar
fuimos en taxi hasta el aeropuerto. Llegamos a las seis y cuarto.
Pero cuando ya teníamos
todo listo y sólo nos quedaba esperar a embarcar en el avión, recibimos la mala
noticia de que el vuelo se había retrasado y que el viaje a París, lugar donde
haríamos la escala, tenía problemas.
Entonces se suspendió y
nos dieron un vuelo desde Ámsterdam hasta San Petersburgo, pero el vuelo no era
hasta las cinco y media y tuvimos que volver a casa y esperar hasta la hora que
nos tocaba.
Fuimos a casa a comer,
descansamos un poco y a las 15h y 15 fuimos otra vez al aeropuerto, a ver si era
la definitiva.
El nuevo avión lo teníamos
a las cuatro, este nos llevaría hasta Amsterdam y allí ya cogeríamos uno que
nos llevara a San Petersburgo.
El avión llegó a su
destino, Amsterdam, y una vez allí habría que esperar un poco al siguiente
avión que nos llevaría a nuestro destino final. Una vez allí, fuimos a dormir
al hotel.
El domingo ya empezamos
a ver cosas, después de desayunar nos vestimos y fuimos a la calle. Lo primero
que hicimos fue ir a cambiar dinero, ya que en Rusia no aceptan el euro y la
moneda que tienen es el rublo. Buscamos casas de cambio por la ciudad, pero no
encontramos y finalmente tuvimos que ir al cajero de un banco a conseguir
dinero. Ya con dinero pudimos hacer compras. Luego dimos unos paseos y en la
ría vimos a unos piragüistas que iban disfrazados y haciendo el tonto.
Después, fuimos a ver
edificios de la ciudad: el Palacio de invierno, la fortaleza, catedrales, la iglesia de Pedro y Pablo y una mezquita. Una de las iglesias era azul y me
llamó mucho la atención. También vi el museo de L´Ermitage.
Luego vimos más cosas
hasta la hora de cenar, dimos un paseo y fuimos al hotel a dormir porque mañana
tocaba levantarse temprano.
El lunes tocó madrugar
un poco, ya que teníamos la excursión al palacio de Peterhof, pero mereció la
pena.
Me tuve que levantar a
las ocho, después me vestí, fui a desayunar y fuimos al embarcadero, que era el
punto de encuentro. Embarcamos a las diez y el viaje duró 45 minutos, durante
la travesía pude ver un Pirulí muy grande, unas bolas también muy grandes y un
estadio de fútbol.
Al llegar fuimos a ver
los exteriores del palacio, las estatuas y muchas fuentes que tiraban agua
creando un espectáculo muy bonito.
Luego montamos en un
coche que nos hizo una visita por todo el Palacio, y así pudimos hacernos una
mejor idea del lugar.
Para terminar dimos otro
paseo y nos fuimos al barco sobre las 13.50h. Llegamos a la ciudad a
las tres y estuvimos haciendo cosas, como ir a cambiar dinero, ver tiendas y
comer algún dulce.
Al acabar volvimos al
hotel a descansar un poco y después salimos a cenar. Primero dimos un paseo y
fuimos a cenar un poco más tarde. La comida estuvo bien y luego dimos otro paseo
para bajarla. Fuimos a ver si se levantaban los puentes y como no lo hicieron,
fuimos al hotel a dormir hasta la mañana siguiente.
El martes fuimos a hacer
una visita guiada por el metro de San Petersburgo.
Como lo del metro no era
hasta las dos, intentamos ver la Iglesia San Isaac, pero como todavía estaba
bastante lejos decidimos que ya iríamos otro día. Mi madre y mi hermano fueron
a comprar las entradas para el circo al que iríamos más adelante y yo me quedé
con mi padre a esperarles. Cuando vinieron, para hacer tiempo entramos en unas
tiendas que había cerca del punto de encuentro. Cuando llegó la chica, junto con una pareja joven, empezamos la
visita.
Ésta, consistió en ver el metro por el interior y algunas obras de arte.
Nos contó la historia del metro, el año de construcción y quién lo mandó hacer:
un zar. También nos explicó, que cada vez hubo más líneas, creciendo poco a
poco, y que algunas estaciones tenían el nombre de los presidentes rusos . La visita consistió en recorrer el metro por las distintas
estaciones y ver las obras que tenían.
Vi una de las estaciones con más profundidad del mundo.
Eran bonitas tanto los cuadros y las esculturas, y en todo el
metro se veía el símbolo de la hoz y el martillo comunista.
También vimos la estación más profunda del mundo, me impresionó un
poco como podían haber hecho una
estación tan profunda. Después ya se
terminó, nos despedimos de la chica y fuimos a dar un paseo y a comer.
Después de comer fuimos a ver más tiendas y sobre las siete
volvimos al hotel a descansar, porque a la noche teníamos otra excursión.
Fuimos a cenar, queríamos ir a una hamburguesería, pero o no
estaba o no la encontrábamos y tuvimos que ir a otro sitio a cenar.
Después fuimos a la ciudad a ver como se levantaban los puentes,
es un espectáculo al que acude mucha gente, nosotros también. Teníamos las
entradas y al pasar por la cinta sonaron y nos dijo la chica que no valían y
que no eran para hoy, porque el catorce, la fecha elegida, ya había pasado, las
doce.
Pero después de hablar con ella se apiadó de nosotros y nos dejó
pasar. Le dimos las gracias y ya pudimos ir al barco.
Empezaban a la una y media, pero los puentes tardaron bastante en
levantarse, pero finalmente se elevaron y pudimos verlos. Al mismo tiempo,
había otro barcos. Estuvimos
hasta las dos y media y a las tres llegamos al hotel a dormir y descansar para
la mañana siguiente.
El miércoles fuimos a hacer una visita guiada al Museo Hermitage a
la tarde pero primero estuvimos haciendo compras antes de ir.Fuimos al museo
después de comer.
Llegamos
puntuales y la guía no nos tuvo que esperar.
Al entrar nos dijo que íbamos a visitar seis salas, pero primero
nos contó la historia de la construcción del Museo. Luego visitamos las salas
dónde estavan. Eran todos cuadro de zares y religiosos, me gustaron todos,
también nos contó la hisroroa de Rusia y sus zares más imperantes como Pedro el
grande y Catalina y vimos cuadros de ellos. También vimos cuadros religiosos
como las madonas.
Al las seis acabo y fuinos al hotel a descansar. Luego fuimos a cenar y después al hotel a dormir, porque mañana
tocaba madrugar.
El jueves tuve una excursion al palacio Puskin, fue a las diez y
diez y fuimos después de desayunar.
El medio de trasporte que usamos fue un microbús, venían a
buscarnos al hotel pero al salir tuvimos que esperar y sobre y media ya fuimos.
El viaje duro cuarenta y cinco minutos y al llegar tuvimos que
andar un poco hasta el.
La guía nos contó quienes vivieron en el durante distintos
periodos. Fueron Pedro el grande María y Catalina.
Estuvimos en todas las salas y pudimos ver tofo lo ostentoso que
vivían en esa época, y vimos cuadros de ellos y la más famosa dr las
habitaciones, la habitación Ámbar todo ella de ámbar.
Luego fuimos a dar un paseo por los jardines,son muy bonitos y
están muy bien cuidados, y con eso se acabo la visita y nos fuimos sr vuelta a
la ciudad.
Al llegar fuimos a comer.A las.ocho y media fuimos al circo. Me gustó mucho el espectáculo, era de hielo y con animales.
Tenían perros Huski y el espectáculo consintió en hacer juegos de
pelotas con ellos y cojer cosas, también tenían morsas y leones marinos y de la
misma manera hicieron juegos para entretener a los espectadores.
Para terminar hicieron juegos de trapecistas por todo el
escenario, me pareció muy espectacular y muy peligroso, pero lo tenían todo
controlado. Con esto se terminó la función y nos fuimos a las 21,40 a cenar.
Después de cenar nos fuimos directos al hotel a dormir.El viernes fuimos a ver un lugar donde guardaba armas.Fuimos después de desayunar, me gustó mucho, tenían misiles y
tanques, a pesar de su estado de conservación no me desagrado.Estuvimos dando un paseo por las instalaciones y nos fuimos.
Dimos un paseo por la plaza del Palacio de invierno e hicimos
compras, al acabar volvimos al hotel a descansar un poco.
Luego fuimos a dar otro paseo hasta la Iglesia San Isaac y subir
hasta la torre, pero nos dio pereza y al final no suvimos ni fuimos.
Después nos fuimos a cenar a las
ocho, porque teníamos que madrugar mucho mañana para coger el avión, dimos un
paseo rápido y nos fuimos al hotel a dormir.
El sábado 18 de agosto tocaba volver a casa después de haber
estado una semana en San Petersburgo.
Además de lo malo de acabarse el viaje a Rusia tocaba madrugar
bastante.
Me tuve que levantar a las cinco, ya que el avión lo teníamos a
las seis, desayuné un colacao, me vestí, cogimos las maletas y fuimos a esperar
al chofer que nos llevaría al aeropuerto.
Fue puntual, era una chica y en media hora ya estábamos en el
aeropuerto.
Tuvimos que hacer todos los trámites que te mandan allí. A las nueve y diez ya salió y a las once treinta y cinco llegamos a
París, fuimos a ver a que hora venía nuestro avión. Fue a las quince cincuenta
y hasta esa hora tuvimos que esperar.
Esperamos hasta que embarcamos y subimos al avión y sobre las seis
llegamos al aeropuerto de Loiu. Al llegar vino Laura a buscarnos y a las seis
y veinticinco ya llegamos a Cruces, ya esperando a las próximas, las de Navidad.
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