El medio de trasporte que utilizamos fue la furgoneta del taller, y yo acudí a la misma hora de siempre, las 9:00 de la mañana, y al llegar cogimos los ingredientes en la furgoneta que íbamos a necesitar para la elaboración de la paella, y por supuesto lo mas importante, la paellera.
Al llegar un hombre nos llevo hasta una carpa, donde teníamos que hacer las paellas, una para concurso y otra para nosotros, luego cogimos la paellera que habíamos traído y empezamos a preparar las paellas, a mi me toco la labor de remover la paellera para que nos se pegase el arroz y así saliese bien
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Deje el relevos a mis compañeros, y fui a ver con mis compañeros una demostración de adiestramiento de perros, nos mostraron como hacen para buscar cosas, como hay que tratarles para que no se pongan nerviosos, y nos hizo una exhibición de como son capaces de buscar cosas, nos hizo la demostración de como son capaces con un determinado entrenamiento de buscar unos polvos de café.
Luego tuve una grata sorpresa, me encontré con Teresa, la directora del centro de día Bekoetxe, un centro de día en el cual estuve durante bastantes años antes de entrar a trabajar en Zorroza, ella me dijo que también había venido Jorge, un fisioterapeuta del centro, le pregunte donde estaba y me llevo hasta el, me hizo mucha ilusión volver a verle, porque es muy majo y habíamos pasado muchos buenos ratos jugando al Ping-Pón, a la Boccia, un deporte parecido a la petanca que consiste en acercar la bola de tu color a la blanca, y gana el que mas puntos consigue acercando la bola a la de tu color, le pregunte que tal todo, y me dijo que bien, yo le dije que también y me dio recuerdos para mis padres, luego me despedí de el.
Antes de comer vi un espectáculo de danza y luego fuimos a comer la paella que habíamos preparado, estaba muy rica, fue una paella mixta, con marisco y carne, al terminar tuvimos un postre, y después fue la entrega de trofeos, uno de mis compañeros salió a recibirlo.
Cuando acabó la entrega nos fuimos de vuelta a Zorroza, yo tuve suerte de que la monitora del taller me llevó hasta Cruces en su coche, le di las gracias, le dije que me había gustado mucho la excursión, y que el lunes ya nos veríamos, deseándole un buen fin de semana.
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