LA VERDADERA HISTORIA DE LOS AMANTES DE TERUEL

 

La famosa frase de los amantes de Teruel: tonta ella, tonto él, se refiere a la historia de dos jóvenes llamados Isabel de Segura y Diego de Marcilla que estaban enamorados, pero al ser de distinta clase social, el padre de ella no aceptaba su matrimonio.

Entonces Diego decidió ir en busca de fortuna enrolándose en el ejército que luchaba contra los musulmanes, y de esta manera conseguir fama y fortuna que eran las causas por las que el padre de su amada no aceptaba el compromiso. Acordaron que ella esperaría cinco años para no desobedecer a su padre.

Durante estos cinco años Diego consiguió una fortuna de cien mil sueldos, y ella rechazó las muchas propuestas de matrimonio que le proponía su padre, alegando que quería llegar virgen, y no antes de los veinte, al matrimonio.

Los dos cumplieron lo dicho durante el período pactado, con tan mala suerte que justo el día que ella tiene que cumplir la promesa a su padre, casándose con el hombre que éste consideró oportuno. El amante vuelve de su viaje y va a la habitación donde su amada compartía cama con su nuevo marido. Entonces le pide un beso y ella muy fiel a su nuevo esposo se lo niega, lo que le provoca una muerte instantánea.

Al día siguiente se celebraron los oficios y en la iglesia ella se acercó a darle el beso que le había negado en vida, tan grande era su pena que murió abrazada a su amado.

Entonces decidieron enterrarles juntos y desde entonces permanecen  unidos en el sepulcro de San Pedro.