- ¿Que dices? ¿Estas seguro?
- He subido y en su cuarto no está…
- Esta mañana estaba en su cama y no la hemos visto salir... ¡No pude ser!
- No os preocupéis, - trató de tranquilizarles Miguel -estará por algún sitio. Podemos
dividirnos e intentar buscarla. ¡Es imposible que haya desaparecido!
- ¿Donde estará mi niña? ¡Ay que dolor! ¡Pobre niña! – se lamentaba Nati nerviosa.
- Tú, Sabrina, busca por las habitaciones, tu Iker por la cocina y tu Pablo por el jardín.
- ¿Donde estará mi niña? ¡Ay que dolor! ¡Pobre niña! – se lamentaba Nati nerviosa.
- Tú, Sabrina, busca por las habitaciones, tu Iker por la cocina y tu Pablo por el jardín.
Sabrina corría a toda prisa por todas las habitaciones de la casa sin perder detalle de cualquier espacio o puerta donde podría estar oculta su amiga.
Miguel ponía patas arriba la planta baja en busca de la chica.
Tras media hora infructuosa de búsqueda se juntaron todos en la sala e intentaron aclarase y decidir que hacer.
- Esto no puede ser, ahora mismo llamo a la policía. – Dijo finalmente Miguel.
- ¡No Miguel!…
- Eso no es una buena idea... – dijo Sabrina.
- Pero es lo más sensato que podemos hacer...
- ... es que a nuestros padres... – titubeaba Pablo - les hemos dicho una pequeña mentirijilla.
- ¿A qué tipo de mentira te refieres?
- Creen que estamos en otro sitio...
- ¿Donde? – preguntó Miguel.
- Pues... en Castro. – Respondió Iker.
- ¿Y por que les habéis dicho eso?
- Porque como sois unos desconocidos, igual no nos dejaban venir.
- Pero... ¿porque habéis hecho eso? ¿No os dais cuenta que puede ser peligroso? Imaginaros que os pasa algo... Sigo creyendo que lo más sensato es llamar a la policía.
- ... es que hay otra cosilla que no os hemos contado...
- ¿Cuál? – preguntó sorprendido Miguel.
- Pues que el padre de Esti es policía y no se lo va tomar muy bien si se lo contamos…
- ¡Cagüen sos! Pero... ¿como sois así de descerebrados? ¿A quién se le ocurre venir aquí sin el permiso de sus padres? ¿No os dais cuenta en el lío que nos habéis metido?
- Tranquilo Miguel – medió Nati - ellos lo han hecho con toda su buena intención, no podían suponer lo que iba a suceder.
- Lo sentimos Miguel teníamos que haber hecho las cosas bien desde el principio, sin mentir a nadie. Pero ahora no es momento de lamentarse, tenemos que buscar a Esti antes de que nos descubra su padre.
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