Bienvenidos a una
nueva entrada de etimología en el rincón de Fertxo.
Como ya sabréis,
España estuvo invadida por la cultura musulmana durante más de ocho siglos. Y
durante estos años nos dejaron de herencia cultural muchas cosas como arquitectura,
comida, etc, pero una de las más importantes están en el idioma.
El filólogo Rafael Lapesa afirma que hay más de 4.000 palabras procedentes del árabe.
A continuación os voy
a citar algunas de ellas que usamos a diario sin saber que su origen es Árabe.
OJALÁ
Cuando deseamos que
algo ocurra suspiramos y decimos que ojalá, no muy conscientes de que se lo
estamos pidiendo al mismísimo Alá. La palabra viene del árabe hispánico law
šá lláh, ‘si Dios quiere’ (este viene a su vez del árabe clásico وشاء الله,
‘quiera Dios’).
TAZA
La historia de la
palabra taza es de esas bonitas y viajeras. En el árabe que se habla
actualmente en el norte de África se dice طَاسَة (tāsah) con el mismo
sentido con el que nosotros decimos «taza» (la del café, vaya), pero no es de
ahí de donde viene nuestra palabra. El origen está en طَسَّة (tassah),
que significaba ‘jofaina’ o ‘palangana’. Se decía tassah en árabe
andalusí y de ahí salió nuestra taza, que poco a poco fue desplazando su
significado hacia el actual.
TAREA
¿Haces listas de
tareas? Dale las gracias también al árabe, por lo menos por la palabra en sí, y
sé feliz con este pequeño dato curioso: tarea y tara tienen el
mismo origen, el verbo árabe طرح (‘tirar, lanzar, asignar’). De ahí tenemos el
árabe طريحة (tariha) que se refería a trabajos que hay que hacer en un
tiempo determinado y, en castellano, las tareas que llenan nuestros días desde
que íbamos al cole.
SANDÍA
España es el país que
más sandía produce por metro cuadrado, pero eso no quiere decir que el origen de la fruta esté
aquí. Está en África, de donde llegó a Asia. A los árabes les llegó de
Pakistán, en concreto desde la región de Sind… y eso es lo que significa
sandía: ‘de Sind’ (سندية, sindíyya).
RINCÓN
Piénsalo cada vez que
te sientes en tu rincón de leer, que te sientas arrinconada, que abras la
rinconera de la cocina. Según la RAE rincón viene del árabe ركن (rukn, ‘recoveco’).
NORIA
Aunque ahora la
relacionemos más con la atracción de feria (y es la tercera acepción), la noria
es esa máquina compuesta de dos ruedas que sirve para sacar agua de un pozo. Y
esto es lo que nos trajeron los árabes: el artilugio y la palabra. Es ناعورة (na’úra),
literalmente ‘crujir’.
MÁSCARA
Es como si la propia
palabra quisiese con su rebuscada historia explicarnos qué significa, ese no
todo es lo que parece. Unas teorías dicen que nos
llegó desde el italiano maschera y este del árabe masẖarah,
‘objeto de risa’.
JAQUECA
No es que les debamos
las jaquecas a los árabes, pero sí la palabra que usamos para hablar de ellas.
Viene de شقيقة (šaqīqah) que significa ‘mitad’. Si alguna vez has
sufrido una, seguro que entiendes perfectamente ese nombre: por lo general, las
jaquecas afectan a uno de los lados del cerebro.
GUITARRA
Técnicamente, el
origen de la palabra guitarra está en el griego κιθάρα (kithára),
pero no siguió el camino habitual para llegar a nuestra lengua: en vez de
llegar a través del latín, llegó a la
península a través del árabe. Ellos, a su vez, habían tomado la palabra del
arameo, lengua que, aquí sí, había tomado el préstamo directamente del griego.
FULANO
Este término algo
despectivo para referirse a una persona cualquiera viene del árabe فلان (fulān),
que según Corominas era un adjetivo que significaba ‘tal’. Cuenta también que
en el siglo XVIII este uso adjetivo todavía existía en castellano: fulán
camino, fulana calle.
CERO
Fue el matemático italiano Fibonacci el que introdujo
el concepto de cero, que ya utilizaban los indios y los árabes desde hacía
varios siglos, en el mundo occidental. Para hacerlo, se basó en la palabra que
usaban los árabes, صفر (sifr), que significa ‘vacío’ y tomó la palabra
latina zephyrum. De ahí se pasó a zero en italiano y cero
en español.
BARRIO
En árabe hispánico, *bárri significaba ‘exterior’, lo cual tiene bastante sentido. Pero es que este *bárri viene del árabe clásico برّ, (barrī), que significa ‘salvaje’. Según qué barrio venga a nuestra mente, en realidad lo de salvaje tiene también bastante sentido.
ADOQUIN
Adoquín es de esas palabras clásicas que han llegado al
castellano a través del árabe, lo que pasa es que engaña un poco porque nos
hemos comido la ele que delata ese origen. Y es que adoquín, viene del árabe hispano addukín, «compuesta
con ل (al-) y دكان (dokken = asiento de piedra)».
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