martes, 21 de mayo de 2019

PALABRAS DEL ESPAÑOL PROCEDENTES DEL ARABE


Bienvenidos a una nueva entrada de etimología en el rincón de Fertxo.

Como ya sabréis, España estuvo invadida por la cultura musulmana durante más de ocho siglos. Y durante estos años nos dejaron de herencia cultural muchas cosas como arquitectura, comida, etc, pero una de las más importantes están  en el idioma.

El filólogo Rafael Lapesa afirma que hay más de 4.000 palabras procedentes del árabe.

A continuación os voy a citar algunas de ellas que usamos a diario sin saber que su origen es Árabe.

OJALÁ

Cuando deseamos que algo ocurra suspiramos y decimos que ojalá, no muy conscientes de que se lo estamos pidiendo al mismísimo Alá. La palabra viene del árabe hispánico law šá lláh, ‘si Dios quiere’ (este viene a su vez del árabe clásico وشاء الله, ‘quiera Dios’).

TAZA

La historia de la palabra taza es de esas bonitas y viajeras. En el árabe que se habla actualmente en el norte de África se dice طَاسَة (tāsah) con el mismo sentido con el que nosotros decimos «taza» (la del café, vaya), pero no es de ahí de donde viene nuestra palabra. El origen está en طَسَّة (tassah), que significaba ‘jofaina’ o ‘palangana’. Se decía tassah en árabe andalusí y de ahí salió nuestra taza, que poco a poco fue desplazando su significado hacia el actual.
 
TAREA

¿Haces listas de tareas? Dale las gracias también al árabe, por lo menos por la palabra en sí, y sé feliz con este pequeño dato curioso: tarea y tara tienen el mismo origen, el verbo árabe طرح (‘tirar, lanzar, asignar’). De ahí tenemos el árabe طريحة (tariha) que se refería a trabajos que hay que hacer en un tiempo determinado y, en castellano, las tareas que llenan nuestros días desde que íbamos al cole.

SANDÍA

España es el país que más sandía produce por metro cuadrado, pero eso no quiere decir que el origen de la fruta esté aquí. Está en África, de donde llegó a Asia. A los árabes les llegó de Pakistán, en concreto desde la región de Sind… y eso es lo que significa sandía: ‘de Sind’ (سندية, sindíyya).

RINCÓN

Piénsalo cada vez que te sientes en tu rincón de leer, que te sientas arrinconada, que abras la rinconera de la cocina. Según la RAE rincón viene del árabe ركن (rukn, ‘recoveco’).

NORIA

Aunque ahora la relacionemos más con la atracción de feria (y es la tercera acepción), la noria es esa máquina compuesta de dos ruedas que sirve para sacar agua de un pozo. Y esto es lo que nos trajeron los árabes: el artilugio y la palabra. Es ناعورة (na’úra), literalmente ‘crujir’.

MÁSCARA

Es como si la propia palabra quisiese con su rebuscada historia explicarnos qué significa, ese no todo es lo que parece. Unas teorías dicen que nos llegó desde el italiano maschera y este del árabe masẖarah, ‘objeto de risa’.

JAQUECA

No es que les debamos las jaquecas a los árabes, pero sí la palabra que usamos para hablar de ellas. Viene de شقيقة (šaqīqah) que significa ‘mitad’. Si alguna vez has sufrido una, seguro que entiendes perfectamente ese nombre: por lo general, las jaquecas afectan a uno de los lados del cerebro.

GUITARRA

Técnicamente, el origen de la palabra guitarra está en el griego κιθάρα (kithára), pero no siguió el camino habitual para llegar a nuestra lengua: en vez de llegar a través del latín, llegó a la península a través del árabe. Ellos, a su vez, habían tomado la palabra del arameo, lengua que, aquí sí, había tomado el préstamo directamente del griego.

FULANO

Este término algo despectivo para referirse a una persona cualquiera viene del árabe فلان (fulān), que según Corominas era un adjetivo que significaba ‘tal’. Cuenta también que en el siglo XVIII este uso adjetivo todavía existía en castellano: fulán camino, fulana calle.
 
CERO
Fue el matemático italiano Fibonacci el que introdujo el concepto de cero, que ya utilizaban los indios y los árabes desde hacía varios siglos, en el mundo occidental. Para hacerlo, se basó en la palabra que usaban los árabes, صفر (sifr), que significa ‘vacío’ y tomó la palabra latina zephyrum. De ahí se pasó a zero en italiano y cero en español.

BARRIO

En árabe hispánico, *bárri significaba ‘exterior’, lo cual tiene bastante sentido. Pero es que este *bárri viene del árabe clásico برّ, (barrī), que significa ‘salvaje’. Según qué barrio venga a nuestra mente, en realidad lo de salvaje tiene también bastante sentido.

ADOQUIN

Adoquín es de esas palabras clásicas que han llegado al castellano a través del árabe, lo que pasa es que engaña un poco porque nos hemos comido la ele que delata ese origen.  Y es que adoquín, viene del árabe hispano addukín, «compuesta con ل (al-) y دكان (dokken = asiento de piedra)».
 

 

 

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